Destacan el rol de la OVD a diez años de su creación en Santa Cruz

Hace una década, Santa Cruz se convirtió en una de las cinco provincias argentinas que cuentan con Oficina de Violencia Doméstica. Fue una decisión con la que el Tribunal Superior buscó contrarrestar y atender a una demanda de casos que se daban sin la visibilización que hoy tienen, y que generaban un fuerte cumulo de expedientes en los estrados de Familia. Fue una herramienta de vanguardia y que marcó un hito en uno de los ejes rectores del Poder Judicial provincial, como es la incorporación de la perspectiva de género para aportar a una de las transformaciones sociales más relevantes y urgentes, como es la de una sociedad más equitativa.

El 6 de noviembre de 2009, la Corte Suprema de Justicia de la Nación y el Tribunal Superior de Santa Cruz firmaron el Convenio de Cooperación que permitió que tres años más tarde, el 21 de diciembre de 2012, el TSJ emitiría la Resolución que estableció la creación de la Oficina de Violencia Doméstica de Río Gallegos y su puesta en marcha desde el 7 de marzo del año siguiente.

“El objetivo principal de dicha oficina es la de garantizar y facilitar el acceso a la tutela jurídica prevista por la ley, dotando de mayor efectividad al procedimiento establecido para la recepción de denuncias de violencia familiar y poner a disposición de la comunidad una oficina atendida por un equipo interdisciplinario con idoneidad para la contención de las víctimas”, se lee en el documento.

Frente al aumento considerable de denuncias de violencia doméstica, luego de la apertura de la OVD, tanto las Secretarias de Violencia en los Juzgados de Primera Instancia de la Familia, como las Oficinas de Asistencia Letrada que patrocinan a las personas que sufren violencia, surgieron como una invención del Poder Judicial santacruceño, como decisión política ingeniosa, para resolver un drama que vivía y vive la sociedad toda. En este punto, no es menor destacar que también en ese momento, el Máximo Tribunal tenía una integración de mayoría femenina: Clara Salazar en la Presidencia, Alicia de los Ángeles Mercau y Paula Ludueña como vocales.

UNA DÉCADA

La vocal Alicia de los Ángeles Mercau recuerda la fundación de la OVD en Santa Cruz como un objetivo que trazó el Tribunal Superior de Justicia, en pos de “optimizar los recursos judiciales, y administrativos para brindar un mejor servicio de justicia a las personas que sufrían en ese momento violencia intrafamiliar y a quienes la sufren actualmente”.

Se resolvió avanzar en su creación al ver “los datos estadísticos que mostraban la gran cantidad de denuncias existentes en esta ciudad capital y con posterioridad (2015) se decidió la apertura de la segunda OVD en la ciudad de Caleta Olivia por la misma razón!. Se hizo además, “observando una problemática social existente y creciente en nuestra provincia, firmando un convenio con la Corte Suprema de Justicia de la Nación (2009) con el fin de replicar en Santa Cruz, una oficina con características similares a la existente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires inaugurada en el año 2008”, recordó Mercau.

“La misión fundamental es facilitar el acceso a justicia de las personas que se ven afectadas por hechos de violencia doméstica, realizando un abordaje a esas personas con profesionales que trabajan de manera interdisciplinaria, el cual se ha realizado durante todos estos años con mucha responsabilidad y compromiso por parte de las funcionarias y los equipos que allí desempeñan sus tareas”, marcando finalmente que en estos diez años “se ha realizado una importante tarea contribuyendo a posibilitar a quienes se encuentran afectados por esta problemática tengan un adecuado y mejor acceso a justicia”.

Desde el Ministerio de la Igualdad e Integración, su titular, Agostina Mora saludó a la Oficina de Violencia Doméstica en el aniversario de sus primeros diez años de vida. “Destacamos el trabajo que hace para atender a las personas que están en situación de violencia y cómo han logrado con el paso de los años generar un espacio que busca respuestas judiciales rápidas para cuidar la vida de las mujeres, niñas y niños”, por lo que “auguramos poder seguir trabajando juntas para erradicar las violencias por razones de género en nuestra Provincia”, finalizó la ministra.

La titular del Juzgado de Instrucción Nº 3 de Río Gallegos, Rosana Suárez, indicó que en este aniversario “no es posible desconocer la significativa contribución que esta herramienta institucional – junto con otras legislativas, doctrinarias y jurisprudenciales- significó para garantizar a las mujeres los derechos que le fueron reconocidos en instrumentos internacionales que integran el Bloque Constitucional de la Nación Argentina”.

Sostuvo además que la tarea de contención, asesoramiento y coordinación que lleva adelante la OVD permite “optimizar los recursos judiciales, y administrativos para una más eficaz atención de la víctima”. A su vez “la enorme cantidad de información recogida y sistematizada por el organismo permite no solo visibilizar y dimensionar la problemática de la ‘violencia doméstica’, sino que contribuye a ajustar permanentemente las estrategias y

los recursos, y facilita el diseño de políticas públicas provinciales y nacionales más efectivas para alcanzar el objetivo de erradicar este flagelo”.
Esto es porque los informes de riesgo que elaboran los equipos interdisciplinarios que la integran, resultan un aporte “invaluable para los operadores judiciales que tienen a través del mismo una perspectiva integral del fenómeno singular que abarca el plano social, económico, y legal”.
Así, para la jueza penal, los resultados alcanzados “aun cuando sea mucho el camino que falta recorrer, indican que la senda tomada es la correcta, inspiran a otros a participar y alientan las esperanzas de poder alcanzar a futuro una sociedad más justa e igualitaria”, cerró.

Marcelo Bersanelli, responsable del Juzgado Civil Nº 1, opinó que este aniversario conmemora “el principio de una postura, de un criterio, adoptado por nuestro Tribunal Superior de Justicia, el cual es el reconocimiento de derechos por parte de las víctimas de violencia de género” ya que entonces “la preexistente ley 26.485 navegaba en aguas de desconcierto hasta que se tomó la sabia decisión de dejar de preocuparse por la situación de violencia existente para dar un paso adelante y comenzar a ocuparse. ‘Hechos, no palabras’, dice un antiguo latinazgo que se nos enseñaba en la facultad. Ello hizo nuestro Poder Judicial”.

Destacó la centralidad de visibilizar la problemática de la violencia contra las mujeres y diversidades como puntapié para erradicarlas, habilitando a “la producción de herramientas para disminuirla y, sobretodo, empoderando a las mujeres y demás colectivos de personas víctimas de violencia”.

Para Bersanelli, “como cabeza del Poder Judicial tenemos no sólo el deber sino la obligación de trabajar con perspectiva de humanidad o de derechos humanos, la cual engloba además del género a la ancianidad, infancias, discapacidad, indigenismo, extranjería y todo otro colectivo minoritario y en desventaja que, por tal condición o varias de ellas, se vea perjudicado en su derechos”.

Así, y sobre la OVD, indicó que “al mirar atrás se puede observar con alegría que ha sido una excelente y valiente decisión así como que la persona elegida para dirigirla en un primer momento fue la indicada toda vez que la Dra. Sabrina Granero y su equipo de trabajo ha sabido ir por el camino correcto (a veces chocando contra estereotipos profundamente arraigados en los demás actores del Poder Judicial), ello a fuerza de trabajo, estudio y mucho sacrificio”.

Para Griselda Bard, que integra la Cámara Civil de Caleta Olivia, “la violencia doméstica es en la actualidad la principal violencia que existe en nuestra sociedad, que se genera en el ámbito familiar o de nuestros hogares y comprende todas sus modalidades como moral, sexual, física, económica, entre otras”. Destacó que en la OVD “se brinda un marco para su conocimiento y trámite; se reciben denuncias, se brinda información y asesoramiento a todas las personas que concurren a sus oficinas para buscar soluciones a la problemática señalada, garantizando de este modo un acceso efectivo a la justicia”.

La jueza marcó que se trata de una tarea ininterrumpida “para brindar un adecuado marco de contención a las víctimas” y que aunque “siempre existen cosas para superarnos como sociedad, para que cada día el tema de la violencia doméstica sea menor, dentro de esta enorme labor que nos corresponde a todas y todos, debe reconocerse a cada una de las personas que allí se desempeñan dando la debida contención a las víctimas para lograr superarse dignamente”, expresó.

El juez de Familia Nº 2 de Río Gallegos, Antonio Andrade reflexionó que “hace diez años no nos imaginábamos lo que significaría abrir una puerta de tamañas dimensiones. La escucha eficaz, la contundencia de los diagnósticos, la seguridad a quién tiene que tomar una decisión, las articulaciones constantes, el diálogo necesario y muchos más efectos en cadena, generaron la confianza para aquellas víctimas que necesitan ser oídas y contenidas”.

El magistrado ponderó además que fue entonces que llegó la especialización, la asesoría para víctimas tanto en materia civil como penal, “el diálogo con las áreas administrativas, la extensión a otras localidades y la madurez del sistema” por lo que, en este aniversario “quienes formamos parte de este proceso, estamos muy orgullosos de que hace diez años se abriera la puerta de la Oficina de Violencia Doméstica”.

También la defensora General de Santa Cruz ante el TSJ, Romina Saúl dio su impresión sobre la celebración de los primeros diez años de esta herramienta clave para garantizar el acceso a la Justicia.
Destacó el trabajo interdisciplinario e interinstitucional de la oficina, que si bien ya se realizaba antes de su creación por parte de las Defensorías Públicas Oficiales y los gabinetes sociales y psicológicos -que hoy constituyen los cuerpos periciales del poder judicial, “con la creación de la OVD en la provincia de Santa Cruz contamos con atención específica, capacitación, concientización y datos estadísticos que nos permiten detectar y prevenir situaciones de riesgo y continuar en el largo camino que significa la lucha contra el flagelo de la violencia doméstica sin distinción de géneros”.

El juez de Recursos de la zona norte, Carlos Borges, sostuvo, por su parte, que el aporte al sistema penal de la Oficina de Violencia Doméstica, “tiene impacto positivo y directo sobre la víctima y el trato que le dispensa el Estado, lo que se refleja, además, en la información de calidad que ingresa al proceso penal, a través del informe de riesgo”.

Esto sucede porque, “al ser recibida la persona víctima de violencia de género es asistida de diferentes modos para ayudarla a superar el momento de violencia sufrida. Además, el informe de riesgo realizado por los profesionales que intervienen, aporta al proceso información para que los operadores jurídicos conozcan además de la conducta de violencia, quién es la víctima, quién el agresor, cuál es el contexto familiar, cuál es la historia vital, cómo ha sido la modalidad de la violencia, qué distintos tipos de violencia ha sufrido la víctima, etc.”. De este modo, para el ex fiscal caletense “el trato a la víctima, el apoyo a través de las medidas cautelares, y el informe de riesgo, son los aportes más importantes al sistema de justicia”, cerró.

La jueza penal de Puerto Santa Cruz, Noelia Ursino recordó que la incorporación de la OVD como herramienta del Poder Judicial provincial no fue tarea sencilla. Hubo resistencias. Hoy “es necesaria la descentralización para facilitar el acceso porque para las personas que concurren es importante la respuesta. El apoyo documentado por la Oficina a través de sus profesionales es muy importante para los expedientes penales”.

Asimismo, marcó Ursino el valor de otras herramientas que se incorporaron a la Oficina de Género, “en materia de capacitación se hace un aporte permanente. También con el Observatorio porque nos permite enviar las resoluciones más importantes en donde resolvemos cuestiones de género”

Jorge Godoy es el titular de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes Nº2 de la capital provincial, manifestó que, a una década de la OVD, “no hay que olvidar la evolución provincial en el abordaje de uno de los problemas más grandes de la sociedad como es la Violencia Domestica” porque “antes de ese periodo las violencias se abordaban con los recursos con los que se disponía en el Poder Judicial, se iniciaban los procesos desde las defensorías, lo que implicaba que muchas veces y pese a tratar que no suceda se cruzaba la víctima con el agresor, dado que se trataba del mismo edificio”.

Hoy “contamos con un equipo especializado en la materia, con compromiso para recibir a las víctimas de violencia, con perspectiva de género y de infancias, porque debemos recordar que en la mayoría de los casos se trata de victimas mujeres y casi en todos los casos los niños son víctimas directas o indirectas de la violencia. Seguramente que debe haber muchas cosas para mejorar, pero no debemos olvidar el camino andado, siempre mirando hacia adelante elevando los estándares en la contención y abordaje de aquellas vulnerables víctimas de violencia”, añadió Godoy.

Para finalizar, aportó que en las problemáticas de familia “siempre se está por detrás de los problemas y conflictos, pero no es lo mismo improvisar que contar con todo un organismo capacitado, especializado y fundamentalmente comprometido con la violencia doméstica”, de ahí “mis saludos y felicitaciones a los funcionarios y equipos de la OVD”.
A fines de noviembre, el Tribunal Superior puso en funciones el tercer Juzgado de Familia de Río Gallegos, cuya titular es Cecilia López.

La magistrada se refirió a la tarea de la OVD como “un espacio necesario y que vino a dar respuesta en un momento muy complejo para la sociedad, donde todavía la violencia doméstica era algo difícil de explicar cuando las mujeres iban a una comisaria o a un Juzgado. Hizo falta una decisión valiente, en un momento donde las demandas de las mujeres y disidencias no estaban a la vista sino las consecuencias del flagelo. Hizo falta que empezara una transformación cultural, pero a esos resultados, con capacitaciones y con otra mirada, una violeta, los vemos ahora. Antes hizo falta que un Tribunal como el de Santa Cruz, una provincia con poca densidad poblacional, quizás no tan relevante en términos de desarrollo, peleara por tener un espacio para contener la violencia”.

El defensor ante la Cámara Criminal de la Primera Circunscripción, Charif Sat dijo que “es muy importante que la sociedad internalice lo que significa esta herramienta trascendental para quienes atraviesan situaciones de violencia. Porque de la violencia se habla mucho, y hay hasta cierta espectacularización cuando surge algún caso conmocionante, pero la primera línea de contención es la OVD, la que brindan los equipos. Y cuando digo contención no solo me refiero a las víctimas en sí, sino al problema real que vemos en todos los juzgados de la provincia: la violencia. La OVD hace mucho y vino a cambiar las cosas”.

También la defensora riogalleguense, Adriana Peralta, expresó que la OVD “fue el resultado de un importante impulso para afrontar la violencia de género, la contribución de la oficina ha sido fundamental para que a lo largo de estos diez años las mujeres puedan tener acceso a la justicia en situaciones de violencia, evitar la re victimización, y prevenir desenlaces fatales. Es un espacio Institucional que trabaja con enfoque interdisciplinario, buscando respuesta de tipo integral, coordinadamente con otras dependencias judiciales (defensorías Públicas Oficiales) oficinas gubernamentales, Senaf, y el ministerio de integración e igualdad. Lo que evidencia el compromiso del TSJ para brindar una respuesta efectiva y oportuna a este flagelo”.