Tres sujetos intimidaron a un periodista de canal de televisión

El hecho se registró alrededor de las 22:20 del viernes cuando el joven director de programación de Caleta Video Cable, Maximiliano Benítez, llegó a su domicilio del barrio Miramar y era aguardado por tres sujetos encapuchados quienes en principio rodearon su auto particular y le hicieron señas para que se bajara.

El trabajador de prensa no lo hizo y optó por comunicarse al teléfono del servicio de emergencia policial (911), mientras los desconocidos permanecían en el lugar.

En contados minutos llegaron móviles patrulleros y los uniformados procedieron a demorar a los desconocidos quienes respondieron con evasivas, no trascendiendo sus identidades, pero su accionar registrado en el video de una cámara de seguridad.

REPUDIO DE FOPEA

Al tomar conocimiento de lo sucedido, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) emitió este domingo un comunicado por el cual “repudia la intimidación que sufrió el periodista Maximiliano Benítez (Caleta Olivia, Santa Cruz) y reclama a las autoridades locales que investiguen el hecho y garanticen la integridad física del colega y de su familia”.

“Al regresar a su casa en la noche del viernes 26 –precisa-, tras finalizar el noticiero central de Canal 2 Caleta Video Cable, el director periodístico y de programación de la señal fue abordado por tres hombres. Estas personas se pararon frente a su vehículo para amedrentarlo, por lo que Benítez optó por no bajar y llamó a la Policía. Finalmente, los tres atacantes fueron demorados de manera preventiva”.

Remarca además que “el intento de ataque se da luego de la publicación por parte del canal de informes periodísticos referidos a la situación del municipio de Caleta Olivia y de presuntas irregularidades en esa administración. Benítez, además, ya había sufrido amenazas telefónicas”.

Finalmente FOPEA reclama a las autoridades judiciales y políticas “que tomen cartas en el asunto garantizando la libertad de expresión y el libre trabajo de la prensa en Caleta Olivia, ya que estas intimidaciones ponen en riesgo el ejercicio profesional, desalientan a medios y a periodistas a investigar y abordar cuestiones sensibles a determinados grupos de poder”.

Fuente: El Patagónico