El 2018 continúa en el mismo camino de incumplimientos del año pasado en cuanto al pago en tiempo y forma de salarios, tanto al sector de jubilados/pensionados, como así también a gran parte de los trabajadores en actividad de distintos sectores. La historia se repite y el congelamiento salarial que nos llevó a perder más del 50% de nuestro poder adquisitivo en estos dos años, se ve doblemente agravado ante el retraso permanente del cual no escapa nadie.
La historia se repite ante el reiterado corte de las prestaciones de nuestra C.S.S, que lleva a la población a situaciones extremas de abandono y desidia. Se repite con la negativa permanente a discutir recomposiciones salariales serias, que realmente permitan adecuar los ingresos para que muchos trabajadores y sus familias comiencen a salir de la pobreza en la cual esta gestión que no da respuestas de Alicia Kirchner, los ha sumido. Se repite cuando utilizando un doble discurso anuncian invertir millones para recaudar más eficientemente a través de la A.S.I.P pero realizan ofrecimientos que son una burla, consistentes en cifras no remunerativas que desfinancian nuestra C.P.S y que tienen como antecedente los nefastos planes preno y pec, que han perjudicado a tantos trabajadores que deben abonar un plan de pago por haber estado “ en negro” tantos años.
No solo ganan poco, también deben pagar por la irresponsabilidad política del entonces gobernador Kirchner. La historia se repite porque expresamos por enésima vez que mientras denuncian a diario “atropellos” por parte del gobierno Nacional de Macri, en nuestra provincia el Ministro de Gobierno ordena a la infantería policial disparar a quemarropa y de manera cobarde al cuerpo de una compañera docente y un grupo de jubiladas el día 29 de diciembre pasado. Esos hechos, esas atrocidades, quedan grabadas por siempre en quienes las vivimos y presenciamos. Y así como la historia se repite, seguramente habrá reclamos de diversos sectores mediante las medidas que vayan debatiendo y consensuando internamente llevar adelante, pero si de algo estamos seguros y lo hemos expresado cada vez que nos acercaron un micrófono, es que una lucha que modifique esta realidad penosa exige el compromiso de cada afectado, con la presencia y la voz, ya que nadie puede ocupar el espacio de otro, un puñado no puede pelear por miles y la situación crítica que atravesamos solo será atendida por los responsables políticos cuando el reclamo sea generalizado y masivo.
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