Garzón: “No seremos nosotros quienes quebremos la paz social”

La situación problemática en que se encuentra inmersa YCRT es caótica y desesperante. Las políticas desacertadas que llevaron al deplorable estado, sin gestión, sin un real y concreto plan de inversión que ponga en valor el carbón fusionando en una sola unidad económica y productiva a la Super-Usina y a la carbo-estatal que le permitiera su continuidad en el tiempo propendiendo a su sustentabilidad económica y base de sustentación de los pueblos que conforman la cuenca, propendiendo a estimular un polo de desarrollo económico productivo, lejos de ello, las desacertadas políticas que lleva adelante el gobierno nacional y que ejecuta sin apartarse un ápice la intervención empresaria en cabeza de Omar Zeidán, viene a traer y poner en evidencia y con semiplena prueba que, la intencionalidad de achicar la planta de trabajadores y trabajadoras, de llevar sin miramientos, sin conmiseración alguna un plan de ajuste que condena a la marginalidad y el desempleo a miles de argentinos; porque no son 470 trabajadores y trabajadoras, hay toda una familia detrás. Ahora, la dilación en el marco de las mesas de negociación a las que fuimos convocados. Juega con la incertidumbre cuál perros de caza para que, ante la incertidumbre de reincorporación, de la continuidad empresaria sea mayor y vaya en crecimiento quienes, quebrada su voluntad de resistencia, se avengan a acoger al retiro voluntario. Hoy, la empresa se aviene a decir que no va  a retrotraer las perniciosas medidas adoptadas, no quieren ceder, sólo la tenaz y persistente posición de que seamos las organizaciones sindicales y los trabajadores y trabajadoras en general los que paguemos con desempleo el ajuste. Ahora, yo me pregunto ¿qué hizo la intervención para evitar el achique del presupuesto empresario que llevó adelante el gobierno nacional? Nada. Entonces hoy, nos encontramos que viaja con destino a Río Turbio un contingente de gendarmería para garantizar y sostener la paz social y seguridad de ese bastión de soberanía que es Río Turbio y los pueblos que lo circundan. Pero vaya como advertencia, nosotros no seremos quienes la coartemos y quebremos esa paz social. Es una provocación desmedida y peligrosa la que asume la intervención. Ahora, debiera salir a enfrentar a la comunidad,  toda pararse  de frente a la comunidad y poner en evidencia su plan de gestión. No lo hace, porque no lo tiene. Pero nosotros como organización sindical, señera en defensa de los trabajadores y trabajadoras y sus derechos, sí. Vamos a defender nuestra empresa estatal, ese, fue siempre nuestro eje y nuestro norte. La defensa de los trabajadores y el estado. Defender el estado, para liberar la nación”.