Mataron a un joven de un feroz golpe en la cabeza

El hecho se conoció en la noche del sábado. El cuerpo de la víctima, Luis Alberto Noriega de 35 años, fue encontrado por un familiar en el interior de su vivienda. Se esperaban los resultados de la autopsia, pero en principio habría sufrido fuertes golpes en su cabeza que llegaron a desfigurar su rostro. Reserva policial y judicial sobre el caso.

En la noche del sábado, la noticia de un homicidio causó conmoción en la localidad portuaria de Puerto Deseado.
La víctima, identificada como Luis Alberto “Kiko” Noriega de 35 años, fue hallada muerta en el interior de su vivienda por parte de un familiar que estaba buscándolo (alrededor de las 20:45 horas) y fue quien alertó a la Policía.
De acuerdo a lo informado por el comisario Raúl Varela, la escena del crimen mostraba signos de violencia, al igual que el cuerpo de la infortunada víctima.
Desde la Policía se mantiene un gran hermetismo sobre la causa, aduciendo que todo está ahora en manos del Juzgado de Instrucción del juez Oldemar Villa.
Si bien aún se aguardaban los resultados de la autopsia para conocer en detalle cómo se dio la muerte del joven, previamente el comisario había admitido en declaraciones a FM Deseado que la primera hipótesis, por lo que se observó y encontró en el lugar del homicidio, es que Noriega habría muerto a causa de fuertes golpes en la cabeza, supuestamente realizados con una planchuela de hierro, provocándole lesiones tan graves que le desfiguraron parcialmente su rostro.
Según indicó el jefe de la Seccional de Puerto Deseado, se dispuso un grupo de trabajo especial para llevar adelante la investigación y ya se habrían tomado varios testimonios que permitirían arrojar algunas pautas de trabajo, e incluso posibles sospechosos. Sobre todo se trabaja en reconstruir sus últimos días, cómo los transcurrió y con quiénes estuvo.
También se habrían secuestrado del lugar elementos varios que serían de interés para la causa y ayudarían con la investigación.
Por lo que se sabe, Luis Noriega era un joven reservado que trabajaba en la zona rural. Vivía solo y los vecinos aseguran que solía vérselo sentado en la puerta de su casa, ubicada en calle Pueyrredón al 500, cuando bajaba de la estancia en sus días de descanso. Justamente este sábado había bajado de su lugar de trabajo y permanecía en su vivienda, lugar que luego se convertiría en el escenario de su muerte.
La Policía trabajaba ayer en averiguar cómo fueron sus últimos días y, en especial, qué hizo y con quién compartió Luis Alberto Noriega sus últimas horas.

(Fuente: LOA-Lucas Sánchez Sciaini/La Opinión Austral.)