Comunicado del Partido Obrero ante el discurso de Peralta

Peralta: un discurso ajustador y sin salidas, guiado por la pura ambición personal.

El gobernador ha inaugurado las sesiones de la Cámara, con un discurso lleno de números para demostrar que las finanzas santacruceñas están en crisis y que “hay que ajustarse el cinturón” o sea que la crisis la tienen que pagar los de abajo, especialmente los empleados públicos. Pretende ocultar que lleva 7 años largos de gobierno y que el modelo K que lo incluye ya lleva 24 años gobernando Santa Cruz, casi un cuarto de siglo. ¿Quién entonces nos colocó en esta nueva crisis? ¿Nada van a aportar los funcionarios y grandes empresas que se enriquecieron en años de bonanza? Si es por las palabras de Peralta la culpa de la crisis la tienen los asalariados que se consumen el presupuesto. Entonces los jóvenes clientes pobres a los que les dieron trabajo por el fracaso de la gestión en generar fuentes de trabajo industrial, deberían pagar (según el gobernador) con sueldos de miseria, o con planes de empleo de supermiseria, una crisis que los trabajadores no generaron.

El tema del salario fue central al discurso y ahora se ha concretado en la oferta de 21 % en cuotas, inaceptable con una inflación del doble y el atraso de las promesas incumplidas de 2014. El uso de las palabras revela un gobierno hipócrita ya que HABLA contra el ajuste y viene a ofrecer un aumento que es la mitad de la suba del costo de vida. EN ESO CONSISTE EXACTAMENTE UNA POLITICA DE AJUSTE SEÑOR GOBERNADOR.

Cuando Peralta se enfrentó con el gobierno nacional mostró su agotamiento, porque no se animó a movilizar al pueblo de la provincia en defensa de los derechos avasallados por el Estado Nacional. Aceptó que el ANSES nos quite el respaldo financiero para la CPS. Quedó entonces pegado a las políticas centrales que decía combatir y terminó alabando a Gallucio y a Cristina. Para colmo de males como fracasó su proyecto de ser vice de una fórmula nacional, acabó renegando de su propuesta de reforma política y avalando sin convicción la ley de lemas para gobernador, que es su única chance de permanecer en el candelero político. El desbarranque no puede ser mayor (y la imagen es exacta porque se va agarrando de lo que puede en su caída).

Ayer se hacía acompañar por los matones que usurpan la UOCRA, y los usaba para amedrentar opositores. Hoy se queja de que la UOCRA lo hostiga (pero no deja de apoyarla para trabar el surgimiento de un nuevo sindicato democrático en las obras como es el SITRAIC). La muerte de dos obreros en una zanja en Río Turbio, mostró una vez más el desprecio por la vida que tienen los gobernantes, la Secretaría de Trabajo, las empresas y la propia UOCRA.

La disgregación del gobierno provincial se acentúa a medida que se acercan las elecciones. Ya partieron diputados y ministros a las tiendas de Massa. Pero no solo eso sino que la hostilidad del FVS contra Peralta no ha aflojado en lo más mínimo y la promulgación de la ley de lemas no parece haber cerrado la inmensa crisis de poder existente en la provincia desde que los trabajadores quebramos el intento de anular los derechos jubilatorios a fines del 2011. La trampa de la ley de lemas puede no alcanzar para salvarse y como en el poder se percibe esta agonía, se chocan las candidaturas en el FVS y reina la confusión en todas las líneas del gobierno provincial y de los gobiernos municipales.

El Partido Obrero en el Frente de Izquierda, apoya la resistencia de los trabajadores contra las políticas de ajuste anunciadas, reclama que se vaya por los fondos necesarios a las arcas de las petroleras, de las mineras, de los grandes emporios comerciales.

Hay que reclamarle al propio gobierno nacional, que sigue alimentando los negociados de los amigos con inversiones millonarias y sobreprecios, postergando obras esenciales, y dejando de lado la salud, la educación y los salarios.

El 21 de marzo el Congreso abierto del Partido Obrero lanzará sus principales candidaturas hacia las PASO y las elecciones de octubre, para darle a las luchas populares una salida política encabezada por los trabajadores.