Caen las ventas y las petroleras piden otro aumento

Una de las políticas implementadas por el Gobierno nacional es llegar al “export parity” (paridad de exportación) y, para ello, apunta a igualar el precio de los combustibles. Desde que asumió Javier Milei, la remarcación en los surtidores fue una constante y los consumidores deben ajustar sus salarios para poder movilizarse.

En el informe trimestral al mercado, los directivos de YPF detallaron que hacia finales de octubre el precio en sus combustibles estaba 28% por debajo de la export parity.

La ola de aumentos desde noviembre pasado, en particular tras la asunción de Javier Milei y la liberalización de los precios que estaban regulados por el anterior Gobierno, redujo esa brecha al 8% en diciembre pasado.

Según fuentes consultadas por El Patagónico, la industria estima que YPF en enero se quedó con el 58% de las ventas en el mercado local, ese “gap” saltó al 10% ya que en febrero no se trasladó la suba del 2% en el dólar oficial de enero.

En este marco, la empresa de mayoría estatal advirtió que todavía falta un aumento del 10% en el precio de sus combustibles y se estima que aun así se espera otro ajuste por las actualizaciones previstas del impuesto a los combustibles y el traslado de la devaluación, con un deslizamiento del tipo de cambio oficial del 2% mensual.

EL DESPLOME DE LAS VENTAS

Según el informe de Economía & Energía al que accedió este medio, la suba del combustible volvió a reflejar su impacto en el consumo y la demanda de enero cayó un 6,1% en el caso de las naftas. Nuevamente, el desplome fue liderado por el segmento premium (grado 3) que marcó un derrumbe del 22,5%, pero esta vez fue mucho mayor al 7% registrado en diciembre.

En cambio, la demanda de nafta súper se mantuvo constante, lo que muestra que no solamente hubo un traslado de grado 3 a grado 2, sino que directamente mucha gente dejó de consumir.

A nivel geográfico, las provincias con mayor contracción de demanda fueron mayoritariamente las fronterizas, que gozaban de un consumo exacerbado por la influencia de los países limítrofes que aprovechaban el mejor precio.

De esta manera, Misiones mostró una baja del 25%, Formosa del 21%, Corrientes del 12% y Mendoza del 11%. No obstante, en un análisis más minucioso por localidades se pueden ver casos con descenso del 55% en el caso de Clorinda (límite con Paraguay), y del 37% en Puerto Iguazú o Pasadas. En sentido contrario solamente se ubicó la Ciudad de Buenos Aires con un incremento del 10%.

Las ventas de gasoil siguieron el mismo camino y se redujeron un 3% contra enero de 2023. De igual modo, la contracción se concentró en el gasoil grado 3, que experimentó una disminución del 9% y explicó el 80% de la caída de las ventas de gasoil en enero de 2024.

En el desagregado de sectores, se ve que el agro consumió un 3% más de gasoil por la salida de la sequía de 2023, mientras que el sector público y el transporte sufrieron bajas del 5% y 9%, respectivamente.

Los datos históricos reflejan que en 2023 hubo una demanda inflada por los bajos precios, ya que, aun con esta baja, se encuentra por encima del nivel experimentado a comienzos de 2019 cuando el nivel de actividad económica era similar al actual (6,7% en naftas y 8% en gasoil).

NO HAY SUELDO QUE ALCANCE

Medido en pesos constantes, los precios actuales se ubican muy cerca del promedio de los últimos 14 años. Sin embargo, se encuentran en el punto más bajo de cantidad de litros de nafta que se pueden adquirir con un salario medio del sector registrado por la aguda contracción que sufrieron los sueldos.

En diciembre de 2023, el salario promedio de los trabajadores registrados permitía adquirir 735 litros de nafta por mes, cuando el promedio desde enero del 2010 hasta hoy está en 989 litros por mes.