De El Calafate a Ucrania para defender a su patria

Su padre integró un grupo de trabajadores que participó de la ampliación de un reconocido hotel de El Calafate. Así, los Kuzmín conocieron esta parte de la Patagonia. Unos 4 años después vinieron la madre y el hermano menor de Taras. La familia se radicó en esa ciudad, logrando una nueva vida.

El padre Kuzmín volvió a la ciudad de Odesa hace 4 años. Ahora padece las secuelas de un ACV. Hoy, Taras maneja un remis que comparte con su hermano Nazar.

La invasión rusa a su país lo mantiene alerta y aunque viva en El Calafate, lejos de las bombas, no está en paz. “Yo no duermo tranquilo”, le dijo a Señal Calafate.

En la charla con este medio, Taras confirmó que su decisión es “muy fuerte”. En horas más tomará un vuelo a Buenos Aires, y desde allí prevé subir a un avión que lo devolverá a su país, previa escala en Alemania y Polonia.

Quiere llegar a Odesa, su ciudad natal, donde está su padre, en silla de ruedas, y su abuela, pero no sabe si podrá recorrer todo el camino. Depende de los movimientos militares.

Se presentará a su ejército, del que formó parte antes de migrar a la Argentina. El sargento de reserva dejará el fin del verano calafateño para meterse en la fría guerra invernal de su país, y resistir el avance ruso. “Putín no contaba con que íbamos a estar tan unidos; es la primera vez”, le comentó a un periodista de Señal Calafate.

Su hermano Nazar también piensa en viajar, pero en semanas más, cuando pueda juntar dinero.

Al soldado ucraniano, vecino de El Calafate, le cuesta exponerse públicamente, pero agradece. Taras ya recibió ayuda de amigos y conocidos. “Me ayudó gente que no son amigos”, dijo.

“Sé a qué voy y lo que puede pasar, mi decisión es muy fuerte”, dice Taraz Kuzmín, uno de los 200 mil hombres que están volviendo a combatir.

La decisión de ir a la guerra es compleja porque aquí deja a su madre. “Ella respeta mi decisión, es muy difícil”, dice el hombre al que más de un vecino le ha dicho que se quede en la paz de El Calafate. Pero solo un Kuzmín lo entiende. Aunque con deficiencias, los rusos avanzan sobre sus ciudades, su cultura, sus familiares, sus amigos, su historia, en definitiva, sobre su patria.

Para ayudar a la vuelta de los hermanos Kuzmín a su país, iniciaron una campaña, disponiendo de una cuenta bancaria para quien quiera ayudar económicamente.

Fuente: Nuevo Día