Joven denunció que policías del Comando lo golpearon en la costa

“La mujer policía le contó lo que le dije al doctor que me vio, entonces Marinero jugaba con un arma de fuego”, fueron las palabras de Mateo. En las fotos se puede ver las marcas que le dejaron en el rostro. Dijo que estaba con un amigo que es familiar de un policía, pero si hubiera estado sólo “quizá no estaría contando esto”.

Un joven de Caleta Olivia denunció el violento episodio que tuvo hace tres días con la Policía de Santa Cruz que trabaja en la ciudad. Según mencionó, un uniformado le pegó cuando él se negó a identificarse. en el trayecto de que lo llevaron al hospital y luego a la Comisaría Primera “me maltrataron todo el tiempo”.

Mateo Gabriel Escudero de 19 años es oriundo de Pico Truncado, pero hace 3 años vive en Caleta Olivia. Es artista del género urbano de la cultura del HipHop y canta rap y freestyle, que es un estilo libre para los raperos. El joven denunció públicamente que fue víctima de abuso de autoridad por parte de efectivos del Comando Radioeléctrico.

Hace 3 días Mateo estaba con un grupo de cuatro amigos en la costanera. Se habían juntado a compartir su cultura, “estábamos compartiendo unos freestyle, compartiendo un poco de lo que sabemos hacer… vino la policía del Comando de acá furiosos a detenernos”.

De las cinco personas que estaban reunidas, tres se fueron cuando llega la policía y en el lugar quedaron Mateo y un amigo. Eran cuatro policías y al otro chico no le hicieron nada porque era familiar de un sargento.

“Esa persona está de testigo, pero no puedo dar datos porque sino el día de mañana si me pasa algo a mí no quiero que le pase algo a él, prefiero mil veces dar la cara yo a que los demás se queden callados”, manifestó.


Aparecieron y le dijeron que se identifique, él se negó y empezaron a agredirlo físicamente, de acuerdo a sus palabras. Mateo le pidió los datos al policía para que se identifique y éste lo agarró, le dio la cara contra la pared y le dijo “así que sos chistoso” y ahí arrancó todo el conflicto.

“Esa persona se llama Marinero, la policía de la Primera lo saben y lo están encubriendo porque ellos me tomaron los datos y no me quisieron dar los datos de él”. Mateo no se acercó hacer la denuncia porque sintió que iban a “hacer un papel borrado, a anotar y a tirar al tacho porque es la clásica que hay en Caleta Olivia y la corrupción”, agregó.

Continuando, Mateo afirmó: “Prefiero hacerlo público para que la gente sepa, lo que es acá y en todos lados, ya estamos cansados. A veces porque una persona hace cultura y hace un par de cosas nos tratan así y esa no es la forma de tratar así a los pibes… No solamente es contra la cultura sino con la población, ojalá algún día dejen de existir esta clase de personas”.

Pedimos que se haga justicia por los pibes la policía anda con su abuso de poder y todos estamos cansados ya, a veces la gente responde de otra manera y no se hace justicia. Ahora, por lo menos se hace el sueño de que tanto a nosotros pibes y pibas y toda la gente que está desapareciendo se haga justicia.

Violencia, en primera persona

“El oficial Marinero me agarró, me pegó, me tiró al piso y me puso el pie en la columna y empezó a apretarme pidiéndome que le dé mis datos personales. Después cuando me llevaron al hospital me agarraron del cuello como si fuera un delincuente y me sentaron en el hospital esperar hasta que me atiendan”, relató Mateo, que denunció a la Policía por violentarlo cuando estaba en la costanera.

En el Hospital Zonal le preguntaron que le había pasado en la cara y cuando el joven dijo todo, una mujer policía estaba ahí y escuchó todo. “Cuando volvimos al patrullero le contó a Marinero lo que yo hablé y él sacó un arma y se puso a jugar… Fue un juego de muerte”, por lo que él había hablado con la gente que lo atendió en el hospital.

Después del hospital lo llevaron a la primera, “ahí Marinero, que no me voy a cansar de decir su nombre porque esta clase de gente que tiene una gorra se creen mejor persona y somos todos civiles todos, empezó a jugar conmigo mientras me pegaba, me ponía contra la pared y me volvía a pegar. Me tuvieron retenido en el calabozo y fue gente de la de ahí me sacaron foto como si fuera un delincuente”.

“Me sacaron las típicas fotos de cuando caes preso”, y en esas fotos se ve como él tiene lastimado. Mateo contó también que en la Comisaría lo estaban esperando más policías, “se estaban preparando para darme entre todos y antes de que empiece todo el conflicto les dije que tenía 16 años y me puse a llorar, lloraba porque el cuerpo no me estaba dando más y ya tenían todo el dolor que venía sufriendo desde la costanera”.

Él les dijo que era menor para zafar y después les confesó que tenía 19 y su nombre. Buscó la manera de que dejen de agredirlo. “Si ese día no hubiera estado en mi amigo al lado mío, creo que hoy no estaría contando esto. Es un relato que en cualquier parte de Argentina pasa, pero esa no es forma de tratar a los pibes por hacer lo que les gusta”.

Fuente: El Caletense