Empresariado turístico impulsa recomendaciones del G20

La concreción de medidas ya anunciadas para sostener la industria turística a nivel global durante la crisis por coronavirus es uno de los temas que el sector empresario busca incluir en la reunión del Grupo de los 20 (G20) de Turismo, mientras se pronostica una retracción de la actividad a los niveles de 2010 tras la pandemia.

El encuentro estaba programado entre el 23 y el 25 de este mes en el estado mexicano de Quintana Roo, pero tras la cancelación por el coronavirus los organizadores lo harán por videoconferencia, en una fecha aún no definida pero que podría coincidir con las originales.

La semana pasada, el sector de los empleadores de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pidió una reunión con su director general, el británico Guy Ryder, a quien plantearon la necesidad de poner en práctica esas medidas para poder sostener millones de empleos, y pidieron que las planteara ante del G20 Turismo.

Jordi Busquets, asesor de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica Argentina (Fehgra), entidad que participó de esa reunión virtual, dijo a Télam que ya hubo una reacción positiva, porque Ryder, quien llegó a la OIT desde el sector sindical, “saco un comunicado diciendo que con palabras solamente esto no lo solucionamos”.

“Coincidimos en que estamos viendo demasiada manifestaciones y pocos hechos en concretos, por eso le solicitamos al director de la OIT que, en su calidad de representante del organismo, hiciera una recomendación a los estados” en el foro del G20 Turismo, agregó en declaraciones a Télam.

Busquets, ex presidente de la Asociación Internacional de Hoteles y Restaurantes (IH&RA, en inglés) y miembro fundador de la Academia Argentina del Turismo, basó la urgencia del pedido en que “en términos de actividad global pronosticamos una caída mínima de un 20% al final del año, con arribos y gastos a niveles del 2010 o 2009”.

En lo global, el turismo tuvo “en los últimos 60 años pocos cimbronazos: primero el 11 de septiembre (2001), luego la gripe aviar (2005) y la crisis hipotecaria de 2009, y en todos los casos antes del año la actividad se había recuperado, pero esto es totalmente diferente, ninguna experiencia anterior fue similar”, advirtió.

En ese sentido, sostuvo que “hubo un frenazo total de oferta y demanda en toda la economía”, y desde su lugar como miembro del Panel de Expertos de la Organización Mundial del Turismo apunto que “nadie avizora que en el primer trimestre de 2021 se pondrá en marcha a nivel global”.

Sobre el rol del sector empresario, afirmó que “el considerar qué hacemos el día después exige ocuparnos de puestos de trabajo, de la sobrevivencia de empresas, porque advertimos que en gran parte del mundo hay un conjunto de anuncios más o menos importantes, según cada país, pero que en verdad no se están materializando”.

Por eso, esperan que Ryder formule en la reunión del G20 una recomendación para que los gobiernos pasen a la acción en torno a las medidas que cada uno anunció con cierta coordinación en lo global.

“Pasar a la acción -expresó- es que cuando digo que voy a dar una línea de crédito esté operativa, porque si no, como ocurre en nuestro país, los colegas han pagado los salarios de marzo en un porcentaje elevadísimo, con diferentes matices, y en una situación como esta, sin ingresos, cuesta tanto pagar cinco como 200 salarios”.

También consideró que sería importante que el gobierno esté presente (en G20 Turismo), porque “nosotros es probable que estemos sólo como oyentes”, y comentó que “si esta reunión no fuera en el marco de la pandemia nosotros tendríamos participación en algún panel”.

En cuanto a su visión del turismo pospandemia, estimó que “se volverá a la ley natural del turismo, que es el mercado mas próximo, que es el del vecino, en términos de la Ciudad de Buenos Aires será barrio por barrio, habrá que generar la confianza en la gente, medidas de sanidad, de calidad, de política ambiental”.

Sobre las teorías de un nuevo turista y un mundo diferente, señaló que “desde una postura más pedestre, yo veo dos escenarios: o la gente sale en manada a consumir, o va a actuar de una manera más prudente, porque esto afecta dos cuestiones, que son la disminución de la renta y también el temor a viajar”.