Quiso entrar cocaína a Gallegos y lo condenaron a 4 años y medio

Ariel Vicevich, un hombre oriundo de Salta, fue encontrado culpable del delito de transporte de estupefacientes cuando, en abril de 2016, envió una encomienda desde la provincia norteña a nuestra ciudad capital. La defensa y la Fiscalía llegaron a un acuerdo y unificaron dos causas que pesaban sobre él.

En abril de 2016, tras un llamado anónimo, la Policía de Santa Cruz tomó conocimiento de un caso de transporte de droga que llegaría a Río Gallegos y sería retirado por un hombre que, días antes, llegaría a nuestra ciudad capital en avión.

El caso en cuestión tuvo como imputado a Ariel Vicevich, un hombre de Salta que, días antes, en la provincia norteña envió una encomienda con unas cincuenta tizas de cocaína escondidas adentro de frascos de café. El cargamento en total se trataba de unos 320 gramos. Cantidad que, siendo comercializada en la calle, podría venderse a un poco menos de medio millón de pesos.

En esa oportunidad, del caso tomó intervención la División Narcocriminalidad de la Policía, por disposición de la Justicia Federal. El llamado fue anónimo y esa persona le dio a las autoridades sólo el nombre Vicevich, el dato de que llegaría a Río Gallegos y que la encomienda se retiraría en la sucursal de Andesmar.

Gracias a la labor de investigadores de la Policía, se pudo conocer que un hombre de apellido Vicevich había salido de Salta a fines de marzo, hecho escala en Capital Federal y tomado otro avión a nuestra ciudad capital, cuando abril recién comenzaba.

Días antes, Vicevich fue a la terminal de Salta y, utilizando otro nombre, despachó la encomienda que contenía la droga. Esto quedó acreditado luego cuando se revisaron las cámaras de seguridad de ese lugar.

Incluso se pudo establecer que el hombre tenía contacto permanente con otro de apellido Ceballos que, cuando fue investigado, se supo que podría verse involucrado en delitos similares.

El procedimiento

Tal como lo informó La Opinión Austral, el operativo para detener al hombre y a sus cómplices se llamó: “Cocinero Blanco”, y se realizó en horas de la mañana del cuatro de abril. La hipótesis que manejaba la Policía era que, además de traer droga, los malvivientes querían poner cocinas de pasta base en la periferia de nuestra ciudad capital.

Vicevich había llegado a la sucursal de Andesmar a bordo de una Volkswagen Suran junto a tres amigos. El descendió del rodado solo y retiró la encomienda sin problemas, pensando que se había salido con la suya: la droga ya estaba en su poder y ahora restaría comercializarla en Río Gallegos.

Lo que no sabía Vicevich era que la Policía lo esperaba afuera. Con consignas invisibles, los efectivos de Narcocriminalidad interceptaron la Suran a unos metros de la sucursal de Andesmar.

Tras la demora de los cuatro sospechosos, se realizó una serie de allanamientos en varias casas del barrio San Benito y del Bicentenario I y II. Como resultado de los mismos, tal como lo informó LOA en su momento, se demoró a una decena de personas, se secuestraron varios envoltorios de marihuana y algunos elementos que darían cuenta de las cocinas de pasta base que la banda estaba por realizar.

La audiencia

La causa continuó avanzando y, de los cuatro imputados en primer momento, sólo quedó Vicevich por el delito de “transporte de estupefacientes” y, finalmente, se desestimó la hipótesis de las cocinas de droga, ya que no habría elementos que den cuenta de las mismas.

La semana pasada se realizó la audiencia de visu, en las instalaciones del Tribunal Oral Federal con asiento en nuestra ciudad.

Además de la causa de Andesmar, sobre el hombre pesaba otra que se registró en la provincia de la que es oriundo, aunque no trascendieron mayores detalles.

Durante la audiencia, la Fiscalía General, a cargo de Patricia Kloster, llegó a un acuerdo con la defensa de Vicevich y finalmente solicitaron que las dos causas se unifiquen. Respecto de la solicitud de pena, pidieron que el hombre sea condenado a cuatro años y siete meses de prisión efectiva.

(Fuente: La Opinión Austral.)