Fue condenado a 16 años de cárcel

Axel Arias fue sentenciado por el homicidio de Diego Igor. Ante los jueces, el imputado confesó haber apuñalado a la víctima el 22 de febrero del 2015 cuando defendía a un muchacho que estaba siendo atacado por una patota en el barrio Rotary XXIII.

La Cámara en lo Criminal de la Segunda Circunscripción Judicial de Caleta Olivia condenó a Axel Arias a 16 años de prisión por el homicidio de Diego Igor (30). Ante los jueces, el imputado confesó haber apuñalado a la víctima el 22 de febrero del 2015 cuando defendía a un muchacho de 17 años que estaba siendo atacado por una patota de seis personas en el barrio Rotary XXIII.
Igor circulaba por la esquina de Pozo O-12 y Gilberto García alrededor de las 6:15 del 22 de febrero del 2015, conduciendo una camioneta acompañado por dos amigas. Cuando vio la agresión hacia un joven, detuvo su marcha e intervino para separar a los jóvenes de la pelea. Uno de ellos le dio un fuerte golpe en la cabeza con una barra de hierro e inmediatamente recibió también puñaladas que fueron mortales. Los atacantes escaparon de inmediato y la víctima quedó tendida en el suelo. Fueron sus amigas las que lo asistieron y trasladaron al Hospital Zonal, donde también se encontraba el joven agredido por la patota, pero este sólo había sufrido heridas de carácter leve.

“No tenía la intención de matarlo”
Durante el juicio, se pudo establecer que Igor vio el ataque hacia el adolescente cuando pasaba con su camioneta. Se bajó y cuando quiso separarlos, sobrevino el ataque de la patota. Uno de ellos tenía un arma blanca y lo apuñaló por la espalda. Ante el tribunal, esto mismo confesó Arias. Reconoció que estaba en estado de ebriedad extrema y que no recuerda mucho los detalles, “sólo la secuencia de violencia”.
“No estaba sano. No tenía la intención de matarlo. No sé qué pasó ese día. Cuando le tiré una patada, él quedó agachado y ahí le tiré dos puñaladas en la espalda”, recordó.
“La verdad que recuerdo poco. Sólo secuencias de violencia recuerdo. No estaba sano, no era yo”, reiteró ante las preguntas por detalles que le hicieron los jueces.
Dijo además que todo empezó “por culpa de un tal ‘Chino’, quien habría empezado a pelear con el adolescente identificado como Juan Carlos por celos, ya que ‘Chino’ salía en ese momento con la ex de Juan Carlos”. También reiteró que “todos estábamos muy borrachos porque tomamos entre 7 u 8 cajas de vino”. Por último, lamentó que no estuvieran en el juicio los familiares de Igor, para pedirles disculpas. “También pido perdón a mi familia por el dolor que causé. No fue algo que planeé, estaba en estado de ebriedad”, concluyó.

Agradecimiento y pesar
La madre de Igor, Norma Prieto, habló con La Vanguardia del Sur y agradeció a los testigos: “A quienes tengo que agradecer mucho, porque si no este asesinato quedaba impune, es a los testigos. Que los testigos hablaron y tuvieron el coraje de hablar, porque estos señorcitos asesinos eran como ´dueños’ del barrio y muchos no hablaron por miedo, pero agradezco de corazón a los testigos”, reiteró.
No quiso mencionar a quienes dieron su valioso testimonio sobre cómo fueron los hechos, pero agradeció especialmente “a un señor grande que habló, que él va a saber quién es, y él fue el que esclareció todo el asesinato de mi hijo. Y le doy las gracias a ese señor. Y también a mi marido que me ha apoyado en todo esto, tan difícil de estos dos años. El 26 se van a cumplir esos dos años”, expresó.
Además dijo sentir satisfacción por la condena al homicida de su hijo, pero aclaró que “el dolor nadie me lo va a sacar. Lo más lindo de mi hijo son los recuerdos que me quedan. Y también agradezco a mi hija que enfrentó todo esto solita, junto a mi marido”.
Al recordar a su hijo, comentó: “Diego era todo para mí, con su sonrisa, con su mirada seria. Ese hombre que veían mis ojos. Era muy campesino. Tenía su pequeñita chacra con sus caballos. Nunca se dedicó a andar en jodas. Fue muy hermoso mi hijo. Fui al cementerio y le dije: ‘Ahora sí vas a descansar en paz, papi’; porque yo le decía así: ‘papi’”. Era empleado público, trabajaba en el Centro Integrador del Comunitario Virgen del Valle y antes se había desempeñado como camillero en el Hospital Zonal.
El fiscal Carlos Rearte pidió al tribunal la pena máxima, 20 años; el abogado defensor, Héctor Magallanes, solicitó una pena de 8 años explicando que hay circunstancias atenuantes, y sobre todo porque el ataque a Igor fue entre varios jóvenes, quienes permanecen libres porque eran menores de edad.

(Fuente: Ahora Calafate.)