El emporio de Báez en Río Gallegos, convertido en un cementerio de máquinas

Austral Construcciones S.A., la empresa emblema con la que Lázaro Báez construyó un verdadero imperio de la obra pública durante los últimos 12 años y que supo emplear a más de 5000 personas, muestra hoy las cicatrices de la opulencia perdida en las afueras de río gallegos, dominada por un cementerio de cientos de maquinarias y vehículos olvidados.

La escena sobre la Ruta Provincial 3 impacta: tractores, retroexcavadoras, volcadoras y camionetas se amontonan a la cruda intemperie de la capital provincial, mientras Lázaro Báez rinde cuentas ante la justicia.

Es que en la época en la que más del 80% de la obra pública se adjudicaba a empresas de Báez, el empresario tenía miles de empleados trabajando en la construcción; sin embargo, luego de las severas irregularidades detectadas en su adjudicación y la rescisión de los contratos desde Vialidad Provincial, el constante viento de Río Gallegos comenzó a corroer la maquinaria abandonada.

Un portón que se compone de apenas dos maderas pintadas de rojo y blanco, por donde entran y salen algunos autos custodiados por un joven con pechera naranja que no suelta una palabra, es el ingreso de un enorme terreno ubicado en a Ruta Provincial 3, y que hoy alberga cientos de máquinas colocadas ahí desordenadamente.

Se trata de un playón a la vera de la ruta, tan sólo separado por un raído alambre, que no es el único en donde descansan decenas de vehículos de la flota total de Báez, calculadas en 900 unidades, ya que en Caleta Olivia, por ejemplo, se repite la postal de aquello que dejó de ser.

Télam realizó la recorrida junto a la diputada provincial por Cambiemos Roxana Reyes, quien celebró que la “justicia se haya despertado” con la detención de Báez y consideró una posibilidad que las máquinas abandonadas puedan ser eventualmente confiscadas en el marco de la causa.

A principios de los ’90, Lázaro Báez viajaba todos los días desde su casa del barrio “499 Viviendas” hasta Roca al 700 -rebautizada Avenida Néstor Kirchner-, en donde se ubica aún hoy la sede central del Banco Santa Cruz, para cumplir su horario de trabajo de empleado bancario.

Con los años, fue nombrado gerente del Banco Residual -creado luego de la privatización de la entidad y el que se hizo cargo de la gestión de las deudas de éste- y posteriormente compró la empresa familiar Gotti Hermanos, que comenzó a ganar licitaciones públicas en Santa Cruz.

La escena sobre la Ruta Provincial 3 impacta: tractores, retroexcavadoras, volcadoras y camionetas se amontonan a la cruda intemperie de la capital provincial, mientras Lázaro Báez rinde cuentas ante la Justicia.

Y días antes de la asunción de Kirchner en la presidencia, en mayo de 2003, fundó Austral Construcciones, que en 12 años, junto con su otra empresa, Kank y Costilla, obtuvo licitaciones de obra pública por 24.500 millones de pesos; empleó a más de 5000 personas -que a Santa Cruz incluso llegaron desde otras latitudes para trabajar- y aumentó su patrimonio declarado en más del 1000%.

Pero Néstor Kirchner falleció en 2010, Cristina Fernández de Kirchner culminó sus dos mandatos, Carlos Zannini perdió en las elecciones nacionales la posibilidad de ser vicepresidente, la provincia de Santa Cruz se encuentra en una sensible situación social y financiera, y Lázaro Báez, luego de años de sospechas sobre lavado de dinero e irregularidades en las adjudicaciones y supuestos sobreprecios en la obra pública, se encuentra detenido en el penal de Ezeiza desde hace unos días.

Las maquinarias descansan en las afueras de Río Gallegos, custodiadas por algunas personas que son testigos tácitos de los azotes a las que los intensos vientos patagónicos la someten, como una desoladora imagen de lo que -todo indica que- ya no volverá a funcionar.

(Fuente: Télam.)