Revisan colectivos para impedir paso de petroleros

Los piquetes que desde el lunes 18 de enero instalaron obreros desocupados de Austral Construcciones en las rutas Nacional 3 -acceso sur- y Provincial 12 -acceso oeste- continúan vigentes, impidiendo la circulación de vehículos petroleros y de camiones de transporte de combustible por un lapso que va desde la madrugada hasta las primeras horas de la noche.

A excepción del domingo, cuando ambas rutas estuvieron totalmente liberadas, la medida de fuerza en demanda del pago de la segunda quincena de diciembre, el fondo de desempleo y la liquidación final se mantendrá por varios días más, de acuerdo a lo que los propios obreros resolvieron en asamblea.
La novedad de estos episodios es que a partir de ayer los manifestantes comenzaron a inspeccionar qué pasajeros viajaban en micros particulares de media distancia ya que algunas empresas de servicios petroleros habían comenzado a enviar a su personal por esa vía, teniendo en cuenta que las camionetas y camiones propios no pueden pasar.
A media mañana de ayer El Patagónico pudo comprobar ese tipo de operativos en el piquete instalado en la Ruta 12 que lleva a Cañadón Seco, en inmediaciones del santuario del Gauchito Gil.
“Nos damos cuenta de que algunos pasajeros son petroleros por las botas”, dijo uno de los desocupados a este medio, en tanto se producía una discusión con dos choferes de un micro de la Cooperativa Sportman, quienes les decían a otros piqueteros que ellos no podían prohibir que viajaran trabajadores de esa actividad y que en todo caso ellos (los desocupados) deberían haber hecho ese tipo de requerimiento en las oficinas de la empresa cooperativista.

NO ACATAN SUGERENCIA
Por otra parte, se supo que los manifestantes rechazaron la sugerencia del secretario general para la Zona Norte de la UOCRA, Cristian Salazar, quien les propuso levantar los piquetes hasta el lunes 1 de febrero a fin de reanudar conversaciones con la empresa y además esperar que la misma cumpla este viernes con su promesa de cancelar otras deudas salariales.
“Nosotros tenemos que acatar lo que resolvieron los compañeros en asamblea”, dijo a este mismo medio Ricardo Treuquil, quien se encuentra a cargo de la delegación Caleta Olivia del gremio y es mano derecha de Salazar.
Trequil también negó que la UOCRA no esté colaborando con sus afiliados que quedaron desocupados en esta ciudad luego de que se paralizaran las dos obras centrales de Austral Construcciones: la autovía que reemplazará el antiguo trazado de la Ruta 3 hasta Rada Tilly y la Avenida de Circunvalación.
En ese sentido, aseguró que se habilitó un comedor en la sede gremial ubicada en el barrio Malvinas Argentinas, no solo para los casi 250 operarios de esa empresa sino para otros que también quedaron sin empleo, totalizando casi 400 en esta ciudad. Además –acotó-, el gremio está gestionando bolsones de comida para sus familias y un subsidio mensual.
Sin embargo a la UOCRA (tanto de la Zona Norte como de la Zona Sur) le resulta difícil atender todas las necesidades dado que el total de obreros que quedaron sin actividad en Austral Construcciones al paralizarse más de una veintena de obras en toda la provincia, suman alrededor de 1.800, según las estimaciones de Treuquil.

MAS CONFLICTOS EN EL SUR
En este contexto, vale señalar que obreros de la Zona Sur también continúan llevando adelante otras manifestaciones por la inestabilidad laboral.
Uno de los focos se encuentra en la Cuenca Carbonífera, debido a la paralización de obras de la Central Termoeléctrica en Río Turbio que está a cargo de la empresa Isoluk.
El restante problema tiene epicentro en El Calafate, debido a la incertidumbre en torno a la continuidad de trabajos vinculados con la construcción de las represas hidroeléctricas sobre el río Santa Cruz.
La medida de fuerza implica cortes por varias horas de la Ruta 11, que perjudican sobre todo al turismo en esta época de alta temporada.
Por tal motivo, la Cámara de Cámara de Comercio, Turismo, Industria y Afines de El Calafate emitió un comunicado de prensa a través del cual manifiesta su “profunda preocupación ante los hechos que nos ha tocado vivir en las últimas semanas”.
La entidad destaca que si bien los trabajadores asumen la defensa de sus derechos constitucionales, “vulneran derechos de otros que también tienen la potestad de ejercerlos, como son el de libre circulación y el de trabajar”.
Al mismo tiempo, hizo saber que El Calafate cuenta con una masa laboral de más de 5.500 trabajadores que desarrollan sus actividades en el turismo, generando ingresos para sus familias y para el Estado mediante los impuestos que se recaudan, los que luego se destinan e invierten en acciones y obras “que benefician a toda la comunidad, incluso para quienes hoy cortan la ruta y sus allegados, que en definitiva también se ven perjudicados”.

(Fuente: El Patagonico.)