A once años, de la tragedia en Mina 5

Este fin de semana se recordó el undécimo aniversario de la muerte de catorce mineros, producida el 14 de junio de 2004. Hubo actividades en 28 de Noviembre y en Río Turbio para honrar su memoria. 

En los últimos minutos del sábado comenzó la agenda diseñada por los familiares de las víctimas, que recordaron a los fallecidos como cada 14 de junio. Los intendentes Hugo Garay y Matías Mazú, el interventor de YCRT Atanacio Pérez Osuna y el gobernador Daniel Peralta participaron de la vigilia, en una noche con un frío intenso, en la que las palabras de los hermanos e hijos de los mineros calaron hondo entre los presentes. Se encendieron catorce antorchas alrededor del Monumento de los Mineros ubicado en la rotonda de acceso a 28.

En tanto, ayer se realizó la misa como estaba previsto, con la presencia del obispo Miguel Ángel D’annibale; la actividad se trasladó a la boca de Mina 5, en donde también se dejaron ofrendas florales. Como sucede todos los años, el pedido de justicia por los catorce mineros que murieron en aquella tragedia del 14 de junio de 2004 se elevó con fuerza. Los familiares remarcaron que el fallo del juicio contra los responsables no arrojó la resolución esperada, aunque coincidieron en que es necesario seguir adelante con el ejercicio de la memoria, para que las próximas generaciones puedan disponer de mejores condiciones en el yacimiento.

“Los vecinos nos hacen sentir cada vez más fuertes y más acompañados. Vemos que los catorce mineros están en el recuerdo, y eso es importante, porque sin memoria no hay futuro. Ya pasaron once años de aquella noche. Todo se pudo haber evitado, la bronca, la desesperación, el llanto, la tragedia. No quisieron escucharnos, pese a que teníamos razón. La empresa estaba mal, la mina daba señales de que podía pasar algo. Yo también estaba en el interior con mis compañeros. Aspiramos mucho humo, pero pudimos dar la vuelta y salimos por el chiflón 7. No me sentía bien. De pronto, me di cuenta de que faltaba mi hermano, y después, sucedió lo que sucedió. Llamo a todos a la reflexión. Tenemos que estar más unidos que nunca. No podemos darnos el lujo de estar divididos, peleándonos entre nosotros, porque no nos hace bien. El objetivo principal es el de cumplir el sueño de muchas generaciones de trabajadores que hoy no están. No se puede fallar, todos tienen que aportar para lograrlo. Queremos urgente que nuestra empresa sea una carboeléctrica estatal, por la memoria de los compañeros. No se le puede fallar a los pueblos de la Cuenca, a la historia, a los pioneros, a los que arriesgaron su vida aquella noche. Las herramientas están, las inversiones llegaron. Todo depende de nosotros”, expresó Mario Armella, hermano de José Luis, uno de los mineros que murió en el siniestro.

Posteriormente, se recordó a cada uno de los que dejaron su vida en la mina: Julio Álvarez, Odilón Vedia, Nicolás Arancibia, Ricardo Cabrera, Silverio Méndez, José Luis Armella, Jorge Vallejo, José Chávez, Oscar Marchant, Sixto Alvarado, Víctor Hernández, José Hernández Zambrano, Miguel Cardozo y Héctor Rebollo. Este nuevo aniversario demostró que todos ellos seguirán presentes en el imaginario popular de la Cuenca Carbonífera. 

(Fuente: Patagónia Nexo.)