Domingo de Ramos comunitario en Río Grande y en Río Gallegos

Las dos ciudades más grandes de la Diócesis de Río Gallegos, Río Grande (Tierra del Fuego) y Río Gallegos (Santa Cruz) celebraron de modo comunitario el Domingo de Ramos.
 
En la ciudad de Río Grande los fieles se congregaron a las 10:00 en la puerta del Hospital Regional donde comenzó la celebración y se bendijeron los ramos de olivo, para luego iniciar la procesión por la calles de la ciudad hasta el gimnasio del Colegio María Auxiliadora donde se celebró la Misa de Ramos, concelebrada por los sacerdotes y diáconos de la ciudad. Una gran cantidad de  fieles participaron con mucha alegría de la procesión y de la misa rezando muy especialmente por la familias. El Padre Juan Carlos Bouzou, párroco de Sagrada Familia de Río Grande, compartió en su homilía las palabras pronunciadas por el Papa Francisco en la Misa de Ramos: “durante esta Semana Santa, pongámonos nosotros en este camino de la humildad, con tanto amor a Él, a nuestro Señor y Salvador. El amor nos guiará y nos dará fuerza. Y, donde está él, estaremos también nosotros…”
 
En la ciudad de Río Gallegos un número muy importante de fieles se congregaron desde las 10:00 en la puerta de la Catedral Nuestra Señora de Lujan, donde a las 10:30 el obispo Diocesano, Miguel Ángel D’Annibale, junto a los sacerdotes de la ciudad, bendijeron los ramos. Luego comenzó la procesión por la Avenida San Martín pasando por la puerta del Hospital Regional, donde varios enfermos, familiares, médicos y personal del hospital junto a las Hermanas Vicentinas que atienden a los enfermos recibieron la bendición de ramos. La procesión continuó hasta el Boxing Club, un gimnasio cubierto, de mucha amplitud, que pudo albergar a miles de fieles que participaron de la misa de ramos. El Obispo en su homilía destacó que hoy también se sigue escuchando el ¡Crucifícalo! en tantas injusticias, dolores, enfermedades y muertes. Pero que ésta celebración nos propone decir como el centurión Romano: “¡Verdaderamente este hombre es el Hijo de Dios!” y caminar con Jesús vivo para seguir sembrando el evangelio de la vida.