Samuel “Rambo” Gutiérrez fue hallado sin vida en una playa del sur de Chile

Samuel Florentino Gutiérrez fue encontrado sin vida el miércoles al mediodía en una playa próxima a una caleta de pescadores, ocho kilómetros al norte de Punta Arenas. Sobre fines de la década de 1990 cumplió prisión preventiva en Comodoro Rivadavia por el homicidio de un empresario, luego por el asalto al gerente de una empresa y también por el crimen de un testigo de la causa Iván Torres, pero en las tres fue absuelto. Tenía tres hijos y reclamaba que no le daban trabajo porque sus antecedentes estaban manchados con dos condenas. En la década pasada emigró a Río Gallegos y luego a Chile, donde hace poco había terminado de cumplir una pena de 10 años por dos asaltos. La investigación preliminar sobre su muerte establece que falleció ahogado.

Samuel “Rambo” Gutiérrez fue noticia en Comodoro Rivadavia sobre fines de la década de 1990 y mediados de la década siguiente, por sus antecedentes judiciales y por su vinculación con tres causas resonantes de la época, aunque en todas ellas terminó siendo absuelto. Su derrotero culminó en el sur de Chile. El martes fue encontrado muerto en la playa de Barranco Amarillo, en cercanías de Río Seco, una caleta de pescadores situada ocho kilómetros al norte de Punta Arenas.

Según informó a medios periodísticos de Punta Arenas el capitán de Carabineros, Ricardo Andrade, jefe de la subcomisaría de Río Seco, el cuerpo fue divisado desde un sector de Barranco Amarillo por un trabajador quien dio aviso a las autoridades policiales. Horas después se logró identificar al fallecido como Samuel Gutiérrez, un ciudadano argentino oriundo de Trelew y de alrededor de 50 años.

El Patagónico ya había dado a conocer hace unos años que “Rambo” Gutiérrez cumplía pena en el sur de Chile tras haber sido condenado en 2008 a 20 años de prisión por dos asaltos a viviendas de Puerto Natales y Punta Arenas, en la región de Magallanes. Y hace poco, al cumplir la mitad de la pena, gozaba de libertad condicional.

Las circunstancias de su muerte aún no están claras, pero al no hallar marcas de violencia en el cuerpo, la Policía de Investigaciones de Chile trabaja en la hipótesis de que habría muerto ahogado en el mar, aunque aún restan que se le practique la autopsia.

En ese país, Gutiérrez había sido juzgado por un robo ocurrido el 31 de octubre de 2007 en una casa de Punta Arenas, donde ingresó junto a otros cómplices por la fuerza y maniataron a la dueña. El otro asalto ocurrió en Puerto Natales –al norte de Punta Arenas- y también fue perpetrado en una vivienda.

Después de ese último robo los delincuentes intentaron cruzar la frontera hacia Argentina en una vieja camioneta que conducía un ciudadano chileno, quien fue absuelto en el juicio al comprobarse que nada tuvo que ver con los delitos.

Junto a Gutiérrez fue detenido Sandro Emiliano Curiqueo, oriundo de Trelew. Ambos habían intentado cruzar la frontera ocultos en la caja de una camioneta, pero un control de Carabineros los detuvo en el camino. Uno de sospechosos que estaba armado, efectuó disparos y logró escapar, pero Gutiérrez y Curiqueo terminaron siendo atrapados.

Gutiérrez confesó su participación en los delitos por los cuales fue acusado. Argumentó que tenía tres hijos para mantener en Argentina, pero que por contar con dos condenas se le hacía imposible encontrar trabajo en su país.

“LA POLICiA ME TIENE BRONCA”

En Comodoro Rivadavia a Gutiérrez se lo recuerda por su vinculación con el asalto a la inmobiliaria Lencinas-Pejcich, ocurrido en 1997 sobre calle Sarmiento al 500. En ese robo armado fue asesinado uno de los socios de la inmobiliaria, el empresario Vicente Pejcich, pero Gutiérrez terminó sobreseído porque no se pudo probar su participación.

“No puede ser que cada vez que pase algo groso en la ciudad enseguida piensen que soy yo, y nada que ver. Hay dos tipos que se hacen los cráneos dentro de la Brigada de Investigaciones y al final terminan haciendo cualquier cosa. Le voy a hacer juicio a la provincia por todo el tiempo que me hizo pasar en la cárcel”, declaró “Rambo” Gutiérrez ante El Patagónico en el año 2000, cuando terminó absuelto en el juicio por el homicidio de Pejcich. Había estado detenido 20 meses por esa causa judicial.

Ya en 2004, Gutiérrez volvió a aparecer involucrado en otro violento asalto ocurrido en esta ciudad, en la casa de un gerente de la entonces petrolera Pride, en el barrio Ceferino Namuncurá. Varios encapuchados ingresaron de madrugada a punta de pistola a la vivienda y durante algunos minutos de terror mantuvieron a los integrantes de la familia como rehenes, mientras se llevaban todos los elementos de valor que encontraban.

Gutiérrez fue detenido en Trelew, presuntamente con parte del botín, pero a raíz de una deficiente intervención policial, la Justicia lo volvió a absolver, aunque fue trasladado por unos días a la alcaidía de Comodoro Rivadavia, donde el 17 de enero de 2005, al poco tiempo de arribar se le atribuyó su participación en el homicidio de David Hayes -testigo protegido del caso Iván Torres- quien se hallaba recluido en ese centro penitenciario.

Por ese homicidio, Gutiérrez fue juzgado por la Cámara del Crimen junto a Iván Galindo y Pablo Galarza. Finalmente, el tribunal sobreseyó a Gutiérrez y Galarza, mientras que Galindo recibió la pena de cuatro años de prisión.

“Rambo” declaró en ese momento: “lo que pasa que la policía me tiene bronca” y “el silencio de Hayes le interesaba a la policía por el caso de Iván Torres”, por cuya desaparición ocurrida el 2 de octubre de 2003 fueron llevados a juicio efectivos policiales de la Seccional Primera.

(Fuente: El Patagonico.)