A.Do.Sa.C.: ¿Por qué peligra el inicio de clases en el segundo semestre?

El gobierno hace una simulación de crisis, negando paritarias salariales al sector docente mientras continúa sistemáticamente pagando por goteo y adeudando sueldos completos a causa del circuito administrativo. Mientras el Kirchnerismo denuncia la supresión por parte del Macrismo de la paritaria nacional docente, en Santa Cruz también eliminan la institución de una PARITARIA LIBRE que intente resolver las problemáticas de nuestro sector. Del mismo modo sucede con la criminalización de la protesta a fin de sofocar una conflictividad social que resulta inevitable de continuar con políticas de hambre que violentan a la clase trabajadora en su conjunto. Ellos son los violentos, no los trabajadores.

ADOSAC, no puede ni quiere dejar pasar esta coyuntura de alta conflictividad producida, mantenida y sostenida por el gobierno nacional y provincial, ambos en comunión sobre políticas de orden social y económicas por cuanto producen los mismos ajustes y la desigual distribución de los recursos, para reflexionar y comunicar a la comunidad en general, que como entidad gremial se siente profundamente preocupada por el nivel de simulación, victimización y actuación que muestra el gobierno de Alicia Kirchner, lo cual lisa y llanamente se traduce en un engaño público con un nivel de cinismo pocas veces visto en Santa Cruz.

La eliminación de las paritarias docentes tiene que ver, directamente, con la acción concreta de mantener congelados nuestros salarios desde hace más de 24 meses y el discurso de la crisis terminal esgrimido por la gobernadora en cada oportunidad en la cual le acercan un micrófono, es absolutamente compatible con la mala distribución de los fondos recibidos o producidos por la provincia. Pero en esa acción de distribuir inequitativamente los recursos, el gobierno no incurre por error, desconocimiento o impericia, sino de manera planificada, perfectamente pensada, organizada y calculada en todos sus términos y sabiendo exactamente el perjuicio que producen con tan nefasta decisión de administrar arbitrariamente y de forma poco transparente la cosa pública, como si se tratara de un bien propio o partidario.

En los últimos días hemos conocido información pública que libera los fantasmas de la inequidad y la injusticia en nuestra provincia. Los recursos de Santa Cruz son muchísimos más de los difundidos y reconocidos de manera oficial por la gobernadora y se contraponen con los mensajes lastimosos que ensaya en los actos donde en realidad, debería comunicar con la verdad y no con la mentira.

Simplificando la idea, la señora Alicia Kirchner, engaña a los trabajadores haciendo del Estado, una empresa de corte ultra liberal que fija su norte en la acumulación de recursos y se niega a compartir las utilidades a medida que tiene mayores ingresos. En este caso, los que ejecutan las políticas provinciales, han tomado al Estado provincial como una empresa propia y, por lo tanto, disponen a su antojo de los recursos, generando esto un fenómeno distorsivo de mala distribución de fondos donde vemos que en Santa Cruz cada vez hay más plata, pero en menos manos.

La Educación es un claro ejemplo de lo que decimos; el discurso político va por el lado de la supuesta “excelencia” escolar, el cuidado de la infraestructura con escuelas de lujo, la enorme inversión de fondos que destinan supuestamente para las instituciones escolares. Sin embargo, la realidad nos muestra que tenemos establecimientos derruidos, sin servicios y los edificios en pésimas condiciones de habitabilidad ponen en peligro la vida y salud de docentes y alumnos. Vemos también, que siguen intentando ajustar a través de la aplicación del SIGO, una verdadera estafa educativa que reduce carga horaria y de contenidos poniendo en riesgo la estabilidad laboral de los docentes de las EPJA. La disociación entre discurso y realidad es absoluta.

Santa Cruz hoy es un pueblo empobrecido, pero infinitamente más rico de lo que nos comunica la gobernadora que es. La provincia está asentada en minas de oro, en petróleo, gas y riquezas de todo tipo, que van desde el turismo pasando por la producción minera, los fondos coparticipables, el aumento de los valores de las regalías petroleras, la pesca, la ganadería y un sinnúmero de actividades productivas las cuales debieran generar recursos para solo 330 mil habitantes; pero según el discurso de la gobernadora, nada alcanza.

De esos 330 mil habitantes (en términos generales), el Estado emplea unas 60 o 65 mil personas, datos gruesos tomados de la cantidad de recibos que “dice” el gobierno imprimir, cuando en realidad la contradicción es asombrosa: a los docentes hace dos años que no les extienden recibos de haberes. Aún así, la incapacidad del Estado provincial en sostener con toda esa riqueza, la variabilidad de 60 o 65 mil salarios y alrededor de 19 mil jubilaciones/pensiones, no se condice con la cantidad de recursos que produce y recibe el gobierno actual, lo cual hace inexplicable e increíble el argumento de la crisis terminal que sostiene la gobernadora.

Por todo esto, ADOSAC pretende poner en el marco de la discusión pública la patológica costumbre que tiene este gobierno de victimizarse permanentemente ante los estímulos de reclamos populares que llegan a la puerta de calle Alcorta, esgrimiendo argumentos por demás banales y falaces los cuales se desmoronan antes las evidencias fácticas de información que no aportan ellos, sino proviene de sus socios nacionales, con quienes pactan, implícita o explícitamente, cada engaño, ocultamiento y ajuste, como si fueran socios políticos encargados de hacer ocultismo, más que política social.