Energía pretende dejar a Santa Cruz fuera de las represas hidroeléctricas

Pese a que en las diversas reuniones mantenidas con actores de la provincia el ministro Aranguren aseguró que la obra sobre el río Santa Cruz se reactivará en poco tiempo, ahora plantea que primero se debe “readecuar” el contrato de las represas. Buscarían dejar a Santa Cruz fuera del mismo. También apuntan al costo del financiamiento que, con la salida del default, pretenden renegociar con China.

La obra de las represas sobre el río Santa Cruz parece iniciar otro capítulo que demora en el tiempo la cristalización de una provincia cuyo principal capital sea la generación de energía.
Días atrás el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, con motivo del conflicto de los trabajadores de la UOCRA que fueron despedidos de las obras de la termousina en Río Turbio, mantuvo sendos encuentros tanto con el gremio en el Ministerio de Trabajo como en su despacho con el vicegobernador de la provincia, Pablo González. Antes había tenido conversaciones con legisladores santacruceños, en particular con el senador Alfredo Martínez, quien propició la reunión para hablar, justamente, de la continuidad de estas obras.
Todos coincidieron que de boca del ministro Aranguren no salió otra cosa más que la confirmación de la continuidad del mega emprendimiento energético, más allá de que informó de algunos cambios que se querían imprimir al proyecto para que sea “más sustentable” en el tiempo, aseguraron.
De ahí la decisión de “achicar” la generación que pudieran tener las presas de 1.740 MW a 1.350 e incorporar la obra de ingeniería el tendido de alta tensión en una red de 1.000 que se sume al Interconectado Nacional.
Esto, aseguró, llevaría su tiempo, pero consideraba que no más allá de principios de mayo los obradores debían comenzar a funcionar nuevamente. Al momento de la parálisis en diciembre, eran más de 1.500 las personas que en forma directa estaban ya contratadas, de las 6 mil que en su momento pico la obra demandaría.
Previo al encuentro con Aranguren, en Provincia ya sabían que pretendían dejarla fuera del contrato.
Es que en la licitación original por la cual la propia Provincia avanzó en la expropiación de las tierras linderas al río, entendiendo que el recurso (el agua) es propiedad santacruceña, se estableció un organismo mixto que funcionaría hasta tanto se concretase el “repago” de la obra, previsto en 15 años a partir de la puesta de funcionamiento de las presas.
Culminado el repago, la generación de energía de las represas estaría bajo dominio exclusivo de Santa Cruz.
Pero el nuevo Gobierno Nacional no convalida esta situación. “En cuanto a Santa Cruz, también hay que readecuar los contratos. La Ley 15.336 (régimen jurídico de la energía eléctrica) dice que cuando se trata de un recurso interno es una concesión del Estado Federal. No sería provincial. La Provincia y la Nación tenemos que asegurarnos lo que estamos haciendo. Este proyecto es fundamental, pero hay que hacerlo en regla y sin impedimento ambiental”, sostuvo el ministro de Energía en una entrevista otorgada al diario Clarín este fin de semana.
Pero pese a estas expresiones, no será fácil para el Gobierno Nacional revertir la presencia de Santa Cruz, toda vez que Santa Cruz es parte del propio proceso, fue parte de la comisión adjudicadora de la obra y la responsable de aprobar el estudio de impacto ambiental, además de la dueña del recurso que terminará generando la energía: el agua.
Más allá de eso, legalmente debe haber acuerdo de todas las partes para cambiar parte del contrato.
Todo esto, obviamente, no se logrará “readecuar” en 30 días, por lo que es poco probable que la reactivación se concrete en el mes de mayo, y luego vendrá la veda invernal. De ser así, los plazos estimados se estiran hasta pasar el invierno.

Mejores costos
Otro punto en que el Gobierno quiere avanzar, que sería parte de la reunión bilateral que se mantendría con China en Washington, es el costo del financiamiento y el presupuesto de la obra.
“Consideramos que hay modificaciones necesarias (en la obra de las represas), teniendo en cuenta el impacto ambiental. El consorcio que ganaba la obra debía tener un proyecto ejecutivo definido. Pero lo que pasó es que primero pidieron una redeterminación (mayores costos) de 700 millones de dólares”. Y esto no es algo a lo que esté dispuesto el Gobierno Nacional a convalidar.
El acuerdo con China también establece la construcción de dos centrales nucleares. Existe predisposición para avanzar en dicho emprendimiento por parte de la Nación, pero no a cualquier precio. “En el Gobierno anterior, les asignaban una partida presupuestaria y cuando se agotaba, les daban una extensión. Así no se hacen las obras. Vamos a hacer las dos centrales nucleares, el aprovechamiento del río Santa Cruz, pero con seriedad. Estamos definiendo con el Ministerio de Hacienda y con la Jefatura de Gabinete cuáles son las partidas para el programa energético. Vamos a ser responsables. Si hay una ampliación del gasto, que sea en forma eficiente”, explicó Aranguren.
Respecto al financiamiento de la obra, señaló que se sentará esta semana a renegociar con autoridades chinas, durante un viaje del presidente Mauricio Macri a la cumbre de seguridad nuclear en Washington, Estados Unidos.
“A partir de la posibilidad de que el Congreso apruebe un acuerdo con los acreedores, va a haber una caída en el costo del capital para el país”, explica. “Volveremos a ser sujeto de crédito. Y obras de esta magnitud van a tener otros costos de financiamiento”, detalla el ministro respecto a las intenciones sobre el planteo a realizar en el encuentro en Estados Unidos.

(Fuente: La Opinión Austral.)