“Ninguno de los coches que prestan el servicio mínimo está en condiciones de circular”

Se trata de uno de los cuatro choferes de la empresa que llevan a cabo una huelga de hambre desde hace seis días en el hall de la municipalidad. El conflicto, que se inició el 10 de febrero, continúa. Según denuncia Rampone, las verificaciones técnicas vehiculares de los coches que prestan el servicio mínimo por orden judicial, se encuentran vencidas.

Cuatro trabajadores de la empresa Montecristo continúan realizando una huelga de hambre en el hall del edificio municipal, a la espera de encontrar una solución y que puedan ser reincorporados a sus puestos, de los cuales fueron despojados luego del conflicto que se inició el 10 de febrero y que mantuvo sin transporte público a los vecinos de Río Gallegos.

Desde allí, el móvil de LU 12 Radio Río Gallegos, dialogó con Jorge Rampone, quien ofició como una especie de vocero de sus compañeros que llevan adelante la medida de fuerza. “Es valorable la medida judicial que se llevó a cabo por parte del municipio para con la empresa, pero permitieron que se brinde el servicio con una mínima cantidad de coches en condiciones irregulares. Ninguno de los vehìculos que está en la calle está en condiciones, ya que tienen vencidas las verificaciones técnicas vehiculares. Siguen siendo improcedentes como organismo que debe controlar”.

Respecto su situación y la de sus tres compañeros, Rampone contó que es el sexto día que llevan de huelga de hambre. “Perdimos más de dos kilos. Pero lo psicológico es lo más complicado. Es difícil explicar a la familia que por un reclamo justo tengamos que pasar por esta situación”, se lamentó.

Por la mañana, un grupo de familiares realizó una presentación ante la secretaría de Derechos Humanos “por abandono de persona, para que se dé intervención y articulen lo que corresponda. Consideramos que la empresa, el gremio, la secretaría de trabajo y la intendencia son solidarios ante la falta de trabajo nuestra y hay que buscar una solución. Sabemos que el intendente está enojado con nosotros porque estamos acá. Pedimos una reunión con él”.

Finalmente, el trabajador en conflicto con la empresa se mostró esperanzado a pesar de tantos días sin respuestas: “confiamos en la voluntad, aún después de 41 días, de las personas que tienen que solucionar este problema. Nuestro objetivo es que la solución sea la mejor para la comunidad y que podamos trabajar como corresponde”, sentenció.

(Fuente: La Opinión Austral.)