Milagro Sala: “No se debe mezclar la política con nuestras creencias”

En una carta enviada desde la cárcel y publicada hoy en Facebook, Sala sostuvo que “soy cristiana a mi modo; creo en la espiritualidad, creo en las ceremonias, creo en las tradiciones de nuestros abuelos. Por eso, repito, no se debe mezclar la política con nuestras creencias”.

“Lo que hicieron Gerardo Morales y Macri, está mal; esas ceremonias son sagradas: tienen sus fechas, tienen sus rituales, no se pueden inventar celebraciones”, criticó la dirigente político-social jujeña detenida desde el 16 de enero último.

Luego recordó que “nosotros, en la Tupac, siempre hicimos ceremonias. Son ceremonias que nos hacen bien y que nos esclarecen” y mencionó el Inti Raymi, el 21 de Junio; el año nuevo de los pueblos originarios, el Capac Raymi y el festejo de la Pachamama, en el mes de agosto, para los que invitan a chamanes aymaras y kallahuayas como la “Mama Quilla”.

Para estas ceremonias, se invita a que participen, dijo, “a todos los pueblos originarios de Jujuy, desde los kollas hasta los guaraníes y mburumbichas ‘tilizar’”.

En ese contexto, expresó: “No soy chamana, soy una líder social (no me gusta decir yo, ni hablar de mi misma) que invita a los que saben hacer las ceremonias y respeto mucho lo que ellos dicen y respeto a nuestros abuelos. Escucho siempre a nuestros abuelos y, a veces, ellos me retan cuando no hago las cosas bien”.

Por otro lado Sala, se refirió a la visita que realizó “por primera vez al papa Francisco, junto a algunos hermanos, le dije que estaba enojada con la Iglesia por un tema que viví cuando era chica por la limosna que no pudo dar un pobre; pero, sobre todo, estaba muy enojada, estaba resentida por todo lo malo que la Iglesia hizo con los pueblos originarios desde la conquista. Por la muerte, por la explotación de los hermanos, por las riquezas que se llevaron”, señaló.

Luego destacó un gesto del sumo pontífice: “Nos sorprendió y mucho cuando, de pronto, pidió perdón por lo que hizo la Iglesia. Lo único que nos solicitó entonces fue que ese pedido de perdón lo mantuviéramos en reserva hasta que él mismo lo hiciera público en el lugar y en el momento adecuado…”.

Resaltó cuando “un año después, cuando visitó Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, pidió el mismo perdón en un mensaje que llegó a todo el mundo delante del hermano Evo Morales y de representantes de los pueblos originarios y de los movimientos sociales. En ese justo momento, lo estábamos viendo y lo estábamos escuchando y entonces me emocionó y lloré junto a mi marido porque él había cumplido su promesa”.

“El Papa es un buen hombre. Es un hombre que cumple su palabra”, escribió Sala en la carta remitida desde la cárcel del barrio Alto Comedero, de la capital de Jujuy. 

(Fuente: Télam.)