Se modificó el horario de visita en el Hospital Cuenca Carbonífera por hechos de violencia

Este fin de semana, una persona insultó y amenazó a una enfermera que no le permitió visitar a un paciente, ya que estaba fuera del horario. Esto, sumado a otros episodios similares, llevó al director Darío López y al administrador Raúl Ferrari a establecer un único turno de visita por día. “Hicimos esto para mejorar la seguridad dentro del hospital”, coincidieron.

Luego de la conferencia de prensa otorgada ayer por las autoridades del establecimiento, se habló sobre los hechos de violencia suscitados este fin de semana, que motivaron una serie de medidas para evitar situaciones similares. Al respecto, Ferrari indicó que el sábado por la tarde, una persona que quería ingresar a la sala de internación para visitar a un pariente agredió verbalmente a una enfermera que le manifestó que ya no era el horario para hacerlo. “La respuesta fue muy violenta.

Esta persona llegó a encerrar a la enfermera en una habitación y expresó palabras muy ofensivas. Fue un hecho lamentable, y en función de este y de otros eventos que ocurrieron en forma reiterada, la Dirección determinó que no se permitirá el libre acceso al público a los pasillos del hospital. Desde ayer se encuentra personal de portería en los pasillos, que impedirá la circulación de gente fuera del horario de visita. Lo mismo sucederá en la sala de internación; el único horario para visitas será de 15 a 17 horas”, sostuvo, agregando que la enfermera hizo la denuncia pertinente.

El administrador comentó que se tomó esta decisión por respeto a los pacientes y para agilizar la tarea de los médicos que asisten a cada paciente. “El nosocomio debe tener una conducta con respecto a la circulación del público. El pasillo no puede ser una calle en donde todos pueden andar. Hay pacientes que tienen que ser trasladados en camilla y esto se puede entorpecer por la presencia de gente en los pasillos. Hicimos esto para mejorar la seguridad dentro del hospital”, afirmó.

Por su parte, López señaló que episodios como estos vienen ocurriendo desde hace mucho tiempo. “En una sala con un paciente recién operado, o con una mujer que dio a luz y tiene dolor o un malestar general, no es bueno que haya cinco o seis familiares, que se suman a los cinco o seis del paciente de la cama de al lado. Los pacientes necesitan tranquilidad, silencio. Con un familiar que acompañe y cuide sería suficiente. No es la primera vez que lo pedimos, debe haber respeto a la institución y a quienes se encuentran internados y necesitan recuperarse y descansar. A veces encontramos hasta diez personas en una misma habitación, tomando mate y riéndose”, declaró, reconociendo además que, en este último caso, la persona que agredió a la enfermera le propinó insultos, la amenazó y estuvo cerca de llegar a una agresión física.

(Fuente: Patagonia Nexo.)